jueves, junio 24, 2010

Antes, durante y después.

Cansada de las obligaciones, me debería preguntar si no es así como debe ser. Cuesta ponerse pero a cierto nivel la satisfacción se vuelve eterna.
Dos exámenes, ganas de aprobar, cansada y sin tiempo que perder, aunque perdiéndolo. Cosas del ser humano.
Dejo volar la imaginación. Sobre todo por las noches. Te relajas pero los nervios te impiden dormir. En un principio, los planes se estructuran en tu cabeza aun sabiendo que la mayoría (tras finalizar las últimas obligaciones) no querrás ni te apetecerá realizar. Es por eso que luego sientes un ligero vacio, cierta desgana.
Puede que tenga miedo. Los planes han sido estructurados en julio con el objetivo de pasar juntos el tiempo que tanto merecemos. Por eso me cuesta tanto contarte y preguntarte. Las decisiones las tomaba yo y las tomo en función de muchas variables. Sólo que una de las principales eres tú aunque todavìa me cueste adaptarme a ello.

No pretendo que seas el centro de mi vida, sólo quiero que lo seas de mi alma. Ella ahora está enriquecida y su felicidad empapa mi postura y mi forma de actuar frente a la vida.

El camino trazado por el tiempo borra los días y los besos que me das. Supongo que así debe ser.
Es una suerte que no borre las huellas que vas marcando en mi espíritu.

domingo, junio 20, 2010

nerrrvioss

Estoy pendiente. De que pase esta semana, de cómo me sentiré cuando esté más relajada...cómo disfrutaré, que pensaré si es que lo hago.
Por ahora, continuo dando vueltas a problemas que ni existen y montándome mis propias historias para hundirme y no poder dormir.
Las noches se han vuelto largas. Las ganas de matar a alguien han aumentado y mi sentimiento de fracaso se va acuciando.
Ganas de beber, de salir de fiesta, de abrazarle, de reir, de cuidarme.
Al menos hace una mañana bonita, he podido dormir y está noche te veo.

miércoles, junio 16, 2010

Entre puntos

Dejarse caer por el precipicio, haber si alguien te recoge. Volcarte y sentir la emoción de la caida. Lo intentas. No lo consigues. Sólo esperas tener fuerzas para agarrarte al extremo y olvidar que quisiste caerte, y morir en el fondo. La oscuridad como forma de vida no te llena. Es momento de escalar aunque tus ánimos y tus sentidos estén anulados. Lo mejor, no volverse a mirar el fondo. Mira la cima, mira la salvación y rehuye de volver a caer.
Sola. A lo lejos, bellos cantos. Palabras de ánimo. Cariño. Un abrazo. Palabras sinceras que crees sentir como pequeños susurros en tu oreja. Más abrazos. Silencio. Apoyo. Gratitud hacia él. Una sonrisa que se dibuja mientras te enjuagas las lágrimas. Ver en todos a enemigos haciendo cosas a lo lejos. Molestan. Pero vuelves a centrarte en su calor. En su cariño. Ternura. Besos en el cuello. Lágrimas con color a miedo. Sonidos de palabras sobre su lucha. Merece la pena. Hasta luego. Más amor. Envios de gratitud. Silencio. Clock, un ruido de ascensor. No esperas a mirar. Lo adecuado es seguir. Shhhh. Somnolencia. Se abre una puerta. De nuevo el metro. Sueños pesados. Un nuevo pueblo. Nuevas noticias. Antiguas personas difuminadas por los recuerdos. Abro la cremallera. Busco el ordenador. Enciendo. Escribo. Siento.
Hasta pronto

martes, junio 08, 2010

El agujero...

le ocultaba medio cuerpo, justo a la altura del pecho. Está claro que podía en cualquier momento salir de él para situarse junto a sus amigos.
Había prisa, debía unirse a ellos cuanto antes. Sólo tenía que dar un pequeño salto y agarrarse a la orilla para unirse a ellos. ¿Por qué no lo hacía? ¿qué hacía que seguía allí dentro, prácticamente sin moverse???
Los amigos comenzaron a darle la mano con amabilidad. Quizá, no tenía ganas de hacer el esfuerzo y puesto que ellos estaban allí, no les importaba ayudarle. Pero él ponía una cara inerte y no se movía del hueco.
Confusos, los amigos volvieron a intentarto. Nada, se vislumbraba un ligero atisbo de intención en sus trasparentes ojos. Pero seguía allí, en el pequeño hoyo.
Los amigos cada vez estaban más decepcionados. ¿Qué hacía? ¿por qué no se unía?. Las respuestas no eran atendidas. Se empezaron a formar pequeños comentarios entre sus amigos. Eran pequeñas criticas mediante amplias palabras. Con el paso de los minutos, las palabras se volvieron más duras y la comprensión hacía su amigo, menor.
Comenzaron a unírsele otros comentarios dañinos hacia su persona. Tenían o no qué ver, pero seguramente todo lo que pasaba fuera de aquel agujero, sucedía porque él no salía de allí.
Todo eso no era constructivo, su amigo seguía dentro. ¿Pero que más podían hacer cuando era evidente que habían probado ya de todo para que hiciese algo tan sencillo?
Cansados ya de esperar, le dieron un últimatum. O salía o se marchaban. Ante la visualización de su inerte cara y la falta de explicaciones, los amigos decidieron alejarse. Alguno se volvió con la esperanza de verle salir por sí mismo del agujero que le semiocultaba. Otros albergaron la esperanza de volver a visitarle tras recuperar de nuevo su paciencia.

Pasó el tiempo, y un pequeño cachorro se acercó a la parte del bosque donde se encontraba el hombre. El perrito era de un tono pardo oscuro, con una ligera manchita marrón en su pata trasera. Sus ojos mostraban inteligencia, locuencia y resolución. Quizá resquicios de cansancio demasiado acuciado para su corta edad.
El cachorro se sitúo al lado del hombre y miró hacia arriba. Ya era el momento. El invierno había finalizado y salían los primeros rayos de sol. Se alejó apresurado del lado del hombre. Entonces, él comenzó a llorar. Estaba valorando la única compañia que había tenido en el último momento y su marcha, le suponía de nuevo la soledad.
Pero el cachorro volvió al poco tiempo con los amigos del hombre, que portaban palas.
Comenzaron a trabajar con resolución. El ambiente se terció animado y muy esperanzador aunque también con notas de reproche. El cachorro se situaba al lado del hombre, mientras éste lo acariciaba.
Estaban cavando en paralelo y con proximidad a donde se encontraba su amigo. El invierno había acumulado muchos desechos en el agujero donde en un principio la tierra ya era fangosa. Ahora que la primavera comenzaba, el astuto cachorro había dispuesto y confiado en que eso fuera lo que retenía al hombre, que había perdido las esperanzas de que escucharan sus justificaciones y de poder encontrar motivación a lo que sus amigos realizaran fuera de ese bosque.

lunes, junio 07, 2010

Oscuridad compartida

Dos figuras se vislumbraban bajo la oscuridad de la habitación.
No veían prácticamente nada a su alrededor. Únicamente se intuían cuando forzaban la vista acostumbrada ya a la penumbra.
En ocasiones, la luz entraba por el dintel, mostrándoles la existencía de todo cuanto les rodeaba. Pero sólo de forma muy difusa y adormecida.
Tenían miedo, mucho miedo. Por eso permanecían con los ojos cerrados y sus labios se apretaban en una mueca tensa, hasta dibujar una linea recta cuyo fin eran las comisuras de sus labios. Lo cierto es que no había nada que les pudiera asustar aparentemente. No tenían el cuerpo en tensión ni temían los peligros que no podían visualizar la mayoría de las veces. Eso ni les frenaba ni les preocupaba. Cuando se miraban, la oscuridad les amparaba y protegia pero su miedo, que no se separaba de ellos solía causar inseguridad y confusión. Miedo de lo que podía pasar, de lo que podían ser...miedo de visualizar un futuro brillante en un presente mediocre.
Porque la oscuridad suele ocultar los miedos externos pero jamás el sentido de ser las únicas personas. Miedo de poder experimentar la pérdida de quien, con ojos trasparentes, comparte todo contigo. Una soledad abrumadora en una oscuridad profunda.
Porque las luces se pueden ir y el presente puede ser mediocre pero la idea de soportar toda la bruma y la oscuridad en soledad; una vez sabiendo la existencia del otro...muestra lo distinto que es sentirse sólo.

miércoles, junio 02, 2010

Que las lágrimas de alegría sigan recorriendo nuestras mejillas,
que el miedo sólo exista por el temor de desaparecer en este mundo
dejando al otro, en este inmenso planeta.
Porque no habrá tonterías que nos separen, discusiones infundadas
o recuerdos...sólo pensamientos que logren la evolución de nuestras personas.
Cada uno es libre de actuar bajo las mismas premisas
reaccionando del mismo modo
pero eso no desemboca en los mismos resultados.
Sólo siento que te amo,
gracias por ser un creador...
te lo debería agradecer el mundo, ese mismo que nos puede separar.

martes, junio 01, 2010

Sonrisas y lágrimas.
Lágrimas y sonrisas en ese orden.

Gracias mi vida, siento mucho que te trasmita sentimientos que no toca sentir.
Te mereces mil besos por mis rayadas, mil sonrisas por preocuparte.
Dos dias de abrazos por solidarizarte :-P