viernes, julio 30, 2010

nostalgia



Cada vez que logro monopolizar mi espíritu, las grandes dudas revierten, como si mi persona al completa se volviera compacta y simple. Estoy totalmente reiniciada para caer junto al pozo de la gente que lucha por lo que yo no quiero. Sonrío, me quejo y el dia a dia no cambia. Pero algo en mi interior me dice que deberia hacer reformas en el interior de mi casa. Porque ya está bien de divagaciones, de filosofías y de simples deducciones. No he nacido para ser neutra, y es así como me educaron. Los pasos que doy conducen a reafirmarme, pero debería tener pequeños objetivos. Las típicas cosas personales (planes unipersonales por asi llamarlo) que hacen que poco a poco andes el camino sin tropezarse o sin quedarse estático...como las nubes altas a las que el viento no es capaz de mover.
Ahora, sólo me preocupo de una cosa...por estar con quien yo más deseo. Pero en muchas ocasiones eso consigue bloquearme porque debería haber trabajado más para estar a la altura. A veces creo que soy el lastre que impide volar más alto, una sensación francamente incómoda. Aunque intentan restarle peso, yo intento cargar más con ello...como si eso lograse justificar mis no logros. Como si eso bastase para continuar sin mirar a los lados. Y es que por más que me mire veo cosas mejorables, y lo peor es que en ocasiones no veo fuerzas para cambiarlo. Es como si lo viera ya todo demasiado tarde. Soy de las que los pasos a favor los veo meras casualidades del destino. Pero nada es casual. Y doy gracias a quien sea por haber traido a esa persona a mi vida. Porque, aunque no esteis enamorados e incluso para quien odie el amor, sentir que alguien está ahí, a tu lado, SIEMPRE...algo asi como tu mejor amiga pero con más problemas y más satisfacciones...yo diré que siempre es necesario. Por eso quizá esté yo preocupada. Las pérdidas presentes son nostalgias futuras. Y yo parece que esté fabricada de nostalgia.

jueves, julio 22, 2010

nostalgias

Pasando por el parque, habia niños jugando con globos de agua. Así es como mis pensamientos han derivado a la más tierna infancia. Lo cierto es que fui una niña muy feliz. Fue en esa época cuando mi mayor preocupación era salir al patio más tarde que mis amigas. La recuerdo de forma clara, incluso dias concretos. Veranos jugando en el sucio patio, donde el mayor peligro era que te dieran con un balón o que no te dejasen estar más de las doce. Porque las meriendas eran comunes con los vecinos, así como las horas de salir a jugar o la hora de finalizar nuestros juegos. El resto del año, esperabas a que hiciera una temperatura minimamente calurosa para poder ver a tus vecinos de nuevo. Imaginar miles de profesiones. Las bicis se convertian en coches, que yo manejaba con gran maestria. Siempre soñé con un coche, un novio y un trabajo donde yo iba de manera impecable. Preparabamos verdaderos negocios en los que los padres de todos nosotros pagaban por vernos actuar bailar. Porque nos creiamos no famosos, sino artistas. Personas que intentabamos tocar un piano, una guitarra o conseguir un puesto de trabajo divertido y realizante. Siempre nos llegaba el dinero, porque no existia. No era necesario cuando las mamas nos preparaban bocatas para todos. Lo cierto, es que siempre seré una vieja nostálgica. Porque he acabado alejandome de mi casa, quizá con perspectivas de irme aún más lejos. Y no por mi infelicidad, sino por el ambiente tan cómodo donde me eduqué. Tras todas las tardes que pasé oyendo discusiones respecto al futuro de mi hermano. Me dieron un futuro neutro, donde sólo tenia una cosa clara: en la vida, para ser alguien, debia estudiar.

martes, julio 06, 2010

Las sensaciones



Hace poco he leido que una persona debe salir de la tristeza...de la debilidad, del maltrato, de la autocompasión, de la infravaloración a través de la razón. Las sensaciones logran echar por tierra lo único que nos hace humanos, y lo hace a velocidades increibles.
Cómo serán de determinantes las sensaciones, que lo que diferencia de tener un buen o mal día, sea la sensación que tengamos durante su trascurso.
Eso, a mi por lo menos, me hace sentir muy débil. Pues sé como lograr ser feliz, sólo que muchas veces las sensaciones consiguen provocarme una depresión tan aplastante que me bloquea.
Cuando esas sensaciones negativas estén controladas (quizá también convendría que lo hicieras con las positivas), posteriormente tendrás que ser firme con esos razonamientos sin justificar tus actos, sin darte la razón, sin ser fríos ni frívolos que no es lo mismo aunque sí suena parecido.
No lo sé, que baje dios y apunte al capullo que consiga todo esto sin ser un cabrón egoista. Porque estoy un poco preocupada de no fijar límites, fronteras ni caminos que seguir. De ser tan relativista que consiga justificar o no actuaciones bajo puntos de vista distintos y en ocasiones, contrarios. De no saber si juegan conmigo o en realidad soy yo la que juego en un intento de defensa involuntaria que ni busco ni controlo. Y es que control, permisibilidad, ignorancia, inconsciencia...todo eso no deja de estar relacionado, por lo menos para mí. Y tengo miedo, miedo de ser una gilipollas como el resto, de actuar como la mayoría de las imbéciles cuando tienen novio y no tienen otra cosa que hacer. De buscar inconscientemente la pérdida de quien amo sólo por ser novedad, por ser trasgresora, por inconformismo o para hundirme sin rumbo allá donde vaya. Miedo de ser un trasfondo que no sé que poseo, de no querer ser feliz aunque es eso lo que he buscado durante toda mi vida. Ahora lo soy, ¿lo valoro?
Puede que después de todo, sea una sensación sumada a un dolor de cabeza, puede que provocado por lo de ayer. Pero bueno, creo que puedo razonar. Soy persona, ser humano y lo más importante de todo sé amar y me aman. Y eso son sentimientos, no sensaciones. Y ayer no tuve sentimiento de pérdida, aunque sí sensación de haber metido la pata. Aún así repito, ambos somos humanos. No seres perfectos. Asique, seguiré sintiendo y razonando durante toda la tarde. Aparco las sensaciones, me remito a lo que siento. Y siento que puedo y voy a ser mejor persona. Siento que los demás, al fin, también deberían mejorar como personas joder. Si, al fin siento que no soy la única que debe cambiar. Hoy seré más que ayer, aunque menos que mañana.